En estos enlaces se encuentran algunas tablas interesantes, que ofrecen la distribución de hombres y mujeres en los distintos cuerpos del profesorado, desde la Enseñanza básica hasta la Universidad. Son números, puros y duros, elaborados por el Instituto de la Mujer, que depende del Ministerio de Igualdad, a partir de los datos del Instituto nacional de estadística. Qué cada uno/a saque sus conclusiones...

1. Profesorado, según nivel educativo (datos de 1994 a 2007).
2. Profesorado de los centros propios de las Universidades públicas, según categoría (datos de 1994 a 2007).
3. Profesorado universitario por titularidad del centro, situación profesional y dedicación (datos de 2005 a 2007)
4. Personal docente de centros propios de Universidades públicas por área de conocimiento y categoría (datos de 2005 a 2007).
5. Informe mujeres investigadoras 2011 de la Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC

Una vez sacadas las conclusiones pertinentes, conviene leer un artículo de Christine Wenneras y Agnes Wold, publicado en Nature en 1997, titulado “Nepotismo y sexismo en revisiones por pares”. Estas dos mujeres, investigadoras en la Universidad de Göteborg (Suecia) realizaron un estudio detallado sobre los resultados de convocatorias de becas post-doctorales y proyectos de investigación durante la década de los 90, en un país nombrado entonces por las Naciones Unidas como líder en las políticas de igualdad.

Lo hicieron después de preguntarse porqué las mujeres sólo representaban un 7% de los escalafones más altos de los puestos de investigación. Y eso a pesar de que, a partir de los 70, el número de mujeres Doctoras alcanzaba la mitad del total de Doctores, y cabría esperar que esa ola de Doctoras hubiese llegado a los puestos más altos, por simple inercia. Su análisis es demoledor, y llegan a la conclusión de que la causa profunda de esta situación es la discriminación hacia las mujeres. Según ellas, la única manera de remediar esa situación es aumentar el número de mujeres revisoras (solo un 10% en el momento del estudio) y abandonar el anonimato. Leer más, en inglés